Y como acto de masoquismo decido besarte, sin importarme el por venir, las consecuencias y el dolor que voy a sentir cuando extrañe tenerte conmigo.

lunes, 1 de agosto de 2011


Aprendí que los amores eternos pueden terminar en una noche, que los grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos. Que nunca conocemos a una persona de verdad, que todavía no inventaron algo mejor que el abrazo de Mamá. Que el “nunca más” nunca se cumple, y que el “para siempre” siempre termina...

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