Lo peor de todo es...que yo sigo aquí, esperando. Esperando a que recapacites, esperando a que pienses en todo aquello que tanto nos unió. Nuestras virtudes, nuestra complicidad. ¿Donde queda todo eso? En mi corazón. ¿Y en el tuyo? ¿Sólo te quedan los llantos que como una idiota derramaba por las noches?
Pensar que ahora te evito. Porque sufro. Siempre soy yo la que sufre, parece que tu eres inmune a todo y yo la persona más vulnerable.
Un día cambiaremos los roles, y serás tu el que sufra todo lo que yo he sufrido por intentar sacar esto adelante.
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