Prometí nunca volverte a molestar y es verdad, no soy capaz, soy sólo una cobarde. Recuerdo cada día, cada instante en que tú fuiste mi mitad y mucho más. Fue, sin dudar, algo insuperable. Y sin embargo, ahora ya no sé ni respirar. No puedo estar más sin ti. No puedo olvidar tus labios. Quiero saber si tú también te has roto en mil pedazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario