Y como acto de masoquismo decido besarte, sin importarme el por venir, las consecuencias y el dolor que voy a sentir cuando extrañe tenerte conmigo.

viernes, 13 de mayo de 2011

No pudo ser.


Tengo los ojos rojos y un mar de lágrimas encerradas en ellos.
Yo casi había olvidado el color de tus ojos, pero se empeñaba en aferrarse a mí, con todas sus fuerzascortándome la respiración y casi puedo sentirte a mi lado. Un torbellino de palabras y sentimientos me atrapa cada noche y no me quedan fuerzas para escapar.
En el fondo, todavía me gusta que me invandan todos tus recuerdos, porque al fin y al cabo,
son lo único que me queda de tí.
Me he pasado toda la noche contando estrellas, -cuatrocientas cinco...mil ciento cuarenta y tres-, con la esperanza de que cinco primaveras y más de mil quinientos amaneceres después, reciba noticias tuyas. Pero no queda ni rastro de tí. Desapareciste una tarde, con la suave caída de la última hoja del otoño y con el fugaz aleteo de una mariposa que emigraen busca de la primavera. 
Tengo el pelo encrespado y un sentimiento de culpa enredado a el.
No tengo demasiado claro ahora, si de algo sirve todo lo que un día intente hacer, pero tengo muy claro que ha valido la pena luchar por lo que quería, porque aunque no lo haya conseguido, por lo menos lo intente.

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