MI BLOG NUEVOOOOOO, síganme!
Y como acto de masoquismo decido besarte, sin importarme el por venir, las consecuencias y el dolor que voy a sentir cuando extrañe tenerte conmigo.
miércoles, 16 de mayo de 2012
domingo, 1 de enero de 2012
Quién no recuerda todo lo que has querido a esa persona, todo lo que has llorado, todo lo que has reído, ¡quién no recuerda a esa
persona! Esa persona que aunque pasen años y años siempre la recordarás, y claro que ya no sentirás nada de lo que sentías, simplemente te
acordarás de todo lo pasado y te saldrá una sonrisa por haber vivido aquello que viviste y que en
su día querías.
No te voy a mentir. Es
cierto. Por un momento, aunque fuese un segundo, llegue a pensar que tú podrías
ser la excepción. Que tú podrías ser diferente a los
demás. Pero me he dando cuenta que no. Que por mucho que llegue a convencerme a
mí misma, todos son iguales. Y me da
igual si decís que estoy cometiendo una falacia, porque a estas alturas ni eso
me importa. Pero no te creas que vaya a estar dolida, no, más bien decepcionada contigo. Que,
sinceramente, creo que es peor.
¿Se
puede ser feliz viendo a la persona que uno ama enamorada de otra? ¿Se puede
amar sin ser egoísta? Amar hace bien pero a veces, no
alcanza, uno necesita algo más, necesita repuestas ¿Qué somos? Esa es la pregunta del
millón ¡Tanto nos preocupamos por el qué somos! ¿Importa realmente lo que somos o importa lo que sentimos y el amor que
tenemos por el otro? ¿Qué somos? Podemos ser la ex de alguien pero eso no
quiere decir que nuestro amor sea ex. Mi novio, mi ex. Lo importante no son las
palabras, lo importante es otra cosa. Eso es lo que vale, el sentimiento, le pongamos nombre o no, es lo único
que tiene sentido. No importa el
que somos. Importa lo que sentimos. Lo que yo siento por vos, nunca lo sentí por nadie, jamás sentí que necesitaba a alguien tanto como te necesito a vos, sos único, pero creo que lo que me atrae tanto de vos, es saber
que nunca me vas a dar bola, por el
simple hecho de que ya perdí la oportunidad, NOSE POR QUE PERO CUANTO MÁS
DIFICIL, MÁS ME IGNORA, MÁS ME GUSTA.
Fue tan fácil confiar en vos. Cuando
quise darme cuenta, y sin siquiera haber querido hacerlo, sabías más que nadie
de mi. Podías manejarme a tu antojo, podías jugar conmigo, usarme y tirarme a
la basura cuando dejase de ser de tu agrado. Pero algo dentro mío me decía que
nunca te atreverías a hacerme un mal porque después de todo como vos decías
"era diferente, especial". Me confié de tus palabras, de tu mirada que me hacía sonreír por inercia. Y tus
dotes me tenían en un estilo de encantamiento del que no podía simplemente
deshacerme. Creo que si hubiera tenido alguna vez la oportunidad de alejarme de
vos, nunca lo hubiera tomado como una posibilidad. Siempre me dijeron que era
un error poner tanto de uno en otro, y nunca quise creer en eso porque en parte
hacer eso es entregarte, es confiar y si uno no se entrega, en algún punto no está
dando lo mejor de uno, no sería justo para la otra persona. Confiaba en vos. No
había motivo que alcanzara para no contarte algo, para ocultarte o mentirte.
Cuando estuve destruida, cada persona que antes me lo había advertido se acercó
sólo para decirme "te lo dije". Y llorando, en el reflejo del agua y
de los espejos, podía ver tus ojos, funestos, brillando como nunca haciéndome ver, rota, inútil, como estaba antes de conocerte. Me dejaste
preguntándome por qué quisiste arreglarme si luego ibas a romperme en mil
pedazos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)