Y como acto de masoquismo decido besarte, sin importarme el por venir, las consecuencias y el dolor que voy a sentir cuando extrañe tenerte conmigo.
domingo, 4 de diciembre de 2011
La distancia no puede destruir este amor.
En el fondo estaba
contenta, porque él era feliz. Pero también me dolía
no poder ser feliz junto a él. A veces me comparaba con un décimo de lotería,
esto reventaba a mis amigas, no entendían por qué me comparaba con algo tan
vulgar, pero si les explico a ustedes sí que lo entenderías: existen cientos de
miles de décimos de lotería, cada número incluso aparece más de una vez, y de
entre todas esas combinaciones, toca solamente un número. Yo soy ese décimo que
da la felicidad, el décimo premiado, y espero que él, inconsciente ludópata, me escoja a mí, por una corazonada o
por simple aprecio a ese número, teniendo otras muchas para elegir.
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